martes, 27 de enero de 2009

Capitulo 1

Mientras el último latido arterial fluía en su cuerpo, la degustación de adrenalina encriptada en su sangre permitía saborear temor y desesperación. En dos segundos el último aliento desapareció y yo en mi parte, recobre la percepción coherente del instinto animal.
Admiraba el miedo en sus ojos y aquella gran marca dental adornaba su hermoso cuello blanco mientras de el desprendía un fino hilillo de sangre que contrastaba en los lujosos mosaicos de aquel cuarto de hotel.